Últimamente hay un tema que me tiene algo desconcertada. Cada vez que asisto a una charla, conferencia o speech, me encuentro un tipo de personaje que me molesta en exceso. Es un personaje conocido, muy conocido, no porque sea nuevo, sino porque ha modificado su manera de actuar. Es el que radia lo que acontece sin ningún tipo de respeto ni por el que da la charla, ni por el que la escucha.
Es ese ser molesto que antaño hacía una crónica en paralelo y de manera subjetiva de lo que estaba pasando, ya fuera fútbol, la boda de Lady Di, una película o las broncas de los vecinos.
Ese personaje que ni come ni deja, que desconcentra a Dios, que se piensa solo en el mundo o que el mundo es el que debe de estar a sus pies. Ese personaje que todo lo filtra a través de su ojo clínico y marca sentencia con cada palabra.
Sí, me refiero a ese personaje que mientras que el conferenciante habla y expone unos argumentos, él se dedica a hablar, twittear, facebookear, instagramear, etc, etc… absolutamente de todo, incluso selfies en un alarde de "yo estuve allí".
Yo que queréis que os diga, me enseñaron a escuchar y no molestar, a prestar atención, y sigo gastando libreta y boli para mis anotaciones.
Pero mi desconcierto no es por lo anteriormente expresado, es porque a lo mejor ese conferenciante y dado el mundo en el que vivimos, quiere, necesita ese ajetreo de dedos, esa pérdida de atención momentánea o constante en pro de difundir más allá de la sala lo que ocurre y cómo no, llegar a tener un hastag y si me apuras ser trending topic. Qué sabría yo lo que era hace unos años semejantes palabras?
Con lo cual me da por pensar que quizá las tornas han cambiado, que quizá escuchar se interprete como estar pasivo y molestar con ser activo.
Me recuerda un poco a aquellos viajes que no disfrutabas por estar constantemente detrás de un objetivo. Un reportaje para recordar… Pues claro hija de mi vida, amor de mis amores, si te lo has perdido de principio a fin… buscando la luz, el encuadre y el gesto…
Por lo tanto, os pido opinión al respecto. En ese tipo de charlas, ¿hasta que punto el conferenciante quiere comunicar, o eso pasa a un segundo plano y lo que quiere es repercusión y ruido en los medios?
¿Hasta que punto yo como receptor de la información comienzo a ser víctima de una puesta en escena más espectacular que formativa?
¿Estoy equivocada y la nueva comunicación ha de pasar indiscutiblemente por estas interferencias?
Os juro que algunas veces y con la actividad frenética que me rodea, llego a pensar que me he quedado anclada en el Pleistoceno.
Señoras y señores, yo seguiré escuchando, que aprendo mucho y si alguien me da una razón de peso, la escucharé encantada.
Vir
Por lo tanto, os pido opinión al respecto. En ese tipo de charlas, ¿hasta que punto el conferenciante quiere comunicar, o eso pasa a un segundo plano y lo que quiere es repercusión y ruido en los medios?
¿Hasta que punto yo como receptor de la información comienzo a ser víctima de una puesta en escena más espectacular que formativa?
¿Estoy equivocada y la nueva comunicación ha de pasar indiscutiblemente por estas interferencias?
Os juro que algunas veces y con la actividad frenética que me rodea, llego a pensar que me he quedado anclada en el Pleistoceno.
Señoras y señores, yo seguiré escuchando, que aprendo mucho y si alguien me da una razón de peso, la escucharé encantada.
Vir