Vale la pena…

Hoy he oído esta frase, no preguntéis dónde y en qué contexto porque no me acuerdo… pero es tan coloquial, que eso la hace potente, y más porque cuando se usa hace referencia a algo bueno, positivo, vamos, que merece la pena… ojo, siempre en afirmativo.

Pero qué pasa si le añadimos unas insignificantes interrogaciones? Bueno, de insignificante nada que varía todo el sentido, que te pone al borde del precipicio de la duda, te crea una desazón de padre y muy señor mío… pero como hoy toca ser positivo me quedo con la primera acepción…

A lo largo de mi vida he aprendido unas cuantas cosas que para mi han merecido la pena,  y si no le interesan a nadie, a mi me ha servido para recordarlas y regocijarme en buenos momentos y asimilar los malos.

Ahí van doce:

Ha valido la pena pasar tiempo a solas para conocerme,

ha valido la pena la cantidad de horas de biblioteca que he pasado a lo largo de mi vida,

ha valido la pena escuchar y aprender de mis padres,

ha valido la pena esperar y decidirme rápido cuando encontré a la persona adecuada,

ha valido la pena ceder terreno en favor de mi familia,

ha valido la pena ser humilde y agradecida aunque me hayan dado palos,

ha valido la pena hacer pocos pero buenos amigos,

ha valido la pena aprender de los momentos jodidos que te trae la vida,

ha valido la pena ponerme a prueba constantemente,

ha valido la pena defender a los míos aunque me haya traído soledad,

ha valido la pena arriesgarme a conocer gente por otras vías que no eran las convencionales,

ha valido la pena mirarme al espejo y reconocerme en cada una de las arrugas que van cubriendo mi rostro.

Ostras, me he puesto un poquito tremenda… todo hay que decirlo, y hay algunas que me ha llevado tiempo aceptarlas como positivas.

Buen fin de semana

Virginia