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vía: guiaparadecorar.com |
La señal podía ser cualquier cosa: una luz, un cielo despejado, un brillo a lo lejos… casi cualquier cosa que llamara su atención.
Tan sólo quería dejar atrás ese nubarrón que la acompañaba en los últimos tiempos, tan sólo algo a lo que agarrarse y que le proporcionara fortaleza, un primer peldaño sobre el que colocar la punta de sus pies.
Esa señal le aseguraría un miedo asequible… un comienzo.
Miraba el horizonte buscando, y entre palabras ahogadas, se prometía tiempos mejores…
"No me dejes sola" se decía a gritos mientras apretaba el volante.
"No me dejes sola" frente al espejo que le prometió, años atrás, salud, dinero y amor.
No me dejes sola, que sólo a ti te tengo…
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Hoy publico este pequeño texto que ha permanecido en un cajón desde hace algún tiempo. Un compromiso que adquirí con Cristina de Arozamena a raíz de una motivadora charla a la que asistí y en la que escuché una de las frases más conmovedoras que he oído en mi vida: "No me dejes sola"
Gracias, Cristina.
Virginia
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