Ser creativo…

Esto de ser "creativo", [Aclaración: Odio profundamente esta palabra, de lo manida, sobeteada y prostituida que está], tiene sus pros y tiene, como todo, sus contras. 

Ostra tú, esto lo he escrito ya o es que lo he vivido en otra vida!!! ¿No os pasa a veces que pensáis que esto que acabáis de decir o hacer ya lo habéis vivido?

Bueno, me centro que si no me mareo, como cuando pienso en lo infinito del universo…

En esta mi nueva etapa profesional, me encuentro desde el cliente que se cree que tener imaginación es tanto o más que ser mago y sacar cosas de una chistera, así, como que no quiere la cosa. A pelo, sin calentamiento alguno. Al que se piensa que sólo pones en "bonito" sus farragosas-interesantes-delirantes-sesudas ideas o haces dibujitos en un ordenador que tiene una manzanita.

Y no queridos, no, hay que estudiar, analizar, cruzar información, dedicarle muuuucho tiempo y es entonces cuando el misterio de la creación…, qué cojones trabajo y más trabajo, se asoma a la ventana y decide entrar a colaborar.

El otro día, un cliente, al que estoy empezando a conocer, al igual que su negocio, saneado y próspero, y otra frase que he llegado a odiar "con los tiempos que corren", me dice que imagine nuevas formas de rentabilizar sus activos y que le presente nuevas fórmulas comerciales para un futuro. Ahí es nada. Vamos, lo mismito que si me dicen ahora que idee nuevas estrategias de comunicación para la venta de portaaviones. Mande? Pero por Dios Bendito, que una ha tocado muchos palos, pero no todos, que lo bueno que tiene la publicidad-comunicación es que dependiendo del tipo de cliente una aprende hasta a que dedica su tiempo libre. Comienzas manejando su vocabulario, sus intereses, sus miedos, sus productos, su competencia y conociendo hasta en que cursos están sus hijos y quienes son sus íntimos.

Y he aquí que me encuentro, sumida entre informes, coche-kilómetros, madrugones, ordenadores "todos con la manzanita", papeles mil y mirando de vez en cuando a la ventana a ver si se acerca la creatividad, joder!!!, como la tía del camisón en la curva de la carretera, bueno, algo más amable y bondadosa.

Pero claro, siempre, y cuando digo siempre es siempre, te encuentras al jeta, al "maniobras orquestales" que te está preparando el terrenito para colgarse la medalla, y los duros, sin dar palo al agua. Los hay en todas las profesiones. Eso sí, este especimen tiene un verbo prodigioso, unas artes dignas de catalogar y una jeta como una hogaza de pan. 

El currante, la curranta en este caso, o sea yo, los detecta a la velocidad de la luz, porque son simpatiquíiiiiiisimos sin conocerte de nada, se pegan a ti para chupar rueda, conocimientos y si a mano viene clavarte por la espalda un comentario jodón.

A lo que servidora respira hondo y reza: 

Bienaventurados los trabajadores y honestos,
bienaventurados los que comparten alegría y sabiduría,
y líbrenos Dios de los suaves, que más pronto que tarde, 
acelerarán el paso para dejarte en la triste cuneta.
Amén

Bienaventurados también los que gozan de una paciencia infinita… 
Gracias a todas/os vosotras/os
Vir