Ya os comenté en su día, que de una vez y en serio, he hecho un hueco en mi vida al deporte. Después de 15 años de parón ya era hora, lo necesitaba como el comer, por salud y para desconectar de la vorágine diaria.
Entre los artículos que me acompañan en tales quehaceres se encuentra un fitball, ese aparente balón inofensivo que al día siguiente te tiene andando como Robocop. Me pidió a gritos una pequeña intervención, una personalización, ya que en clase tiene muchos hermanos gemelos…
Pues bien, el otro día leía esta frase anónima:
La diferencia entre
ordinario y extraordinario
es ese pequeño extra
Me pareció tan acertada… representaba tan bien el esfuerzo, el tesón, la perseverancia y creer que con un poquito día a día se pueden lograr grandes cosas, que decidí plasmarla en el balón.
¿No os parece una frase perfecta para el deporte o para poner en marcha cualquier tipo de proyecto?
No es sólo una frase, es una declaración de intenciones, y cuando el cansancio o el agotamiento me miren de reojo, me pediré un pequeño extra…
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Vamos, "el tacita a tacita" que Carmen Maura nos proponía hace años en una campaña publicitaria de Nescafé.
Vir
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Vamos, "el tacita a tacita" que Carmen Maura nos proponía hace años en una campaña publicitaria de Nescafé.
Vir
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