Al mismo tiempo que tomo unos puerros escucho una vocecita desgañitándose que dice: Tropa, a por ellos!!! Me giro y veo un crío de unos tres años armado con unos animales como tropa, una piña como parapeto y unos soldaditos verdes, que seguramente sean herencia de su padre. La estampa, en mitad de la sección de frutas y verduras del Mercadona me parece desconcertante, gráfica, alegre y digna de una instantánea…
Dejo los puerros en la cesta y me encamino hacia las coles sin quitarle ojo. Recuento la tropa, un camello, un elefante, una jirafa, hipopótamo, gacelas, reno… y también miro alrededor para encontrar al Jefe del Estado Mayor, vamos al padre o la madre de aquella criatura con esa imaginación tan portentosa, y con unas tácticas propias de “El Arte de la Guerra” de Sun Tzu. Nada, horizonte limpio de oficiales con más graduación…
Mi sorpresa va en aumento. Me acerco a una reponedora y le pregunto por el crío. Sonriente como si no hubiera sido la primera en plantear tal dilema me dice que es Samuel, el hijo de una clienta que mientras hace la compra le deja en esa sección porque allí está tranquilo.
Sigo haciendo la compra sin quitar ojo al niño, y escrutando cada una de las personas que veo a lo lejos por si son la madre… se acerca una, lo toca el pelo y lo da un beso. El niño reúne a la tropa, coloca la piña y da la mano a su madre con ternura.
Censuro los malos pensamientos que he tenido sobre esa madre. El niño estaba vigilado por la reponedora que desaparece en cuanto llega la madre. A su paso cerca de mí, miro el carro y veo un bastón plegable y una mirada infinita, larga, que mira sin ver.
Dios me libre de enjuiciar sin saber…
Virginia
Virginia
Bueno, bueno, si la reponedora le ha dicho que ella vigila, bueno, pero no me quedaría yo tampoco muy tranquila.
ResponderEliminarYo también echo un ojo a los niños que veo por ahí solipandis, por si cruzan a lo loco, o algo así.
Lo de la tropa, genial!
Me inquieta ver a críos pequeños solos sin sus padres y he de reconocer que estaba todo el mundo supertranquilo… pero se me cayó el alma a los pies cuando reparé en su ceguera. Automáticamente, lo entendí todo…
EliminarBEAUTIFUL, Highly emotional...
ResponderEliminarGracias, las pequeñas cosas de la vida son emocionantes si reparamos en ellas…
EliminarBienvenida!!!
Precioso, Vir.
ResponderEliminarGracias, Jane
EliminarQué bonito Vir!!!
ResponderEliminarQué Angeles, te suenan esas filas de animalitos? Seguro que los tuyos también habrán jugado…
EliminarEspero que todo vaya bien. Besazo