Cuando contemplé las vajillas de Nuria Blanco me enamoré al instante de ellas. Ya había visto antes platos decorados a mano con ilustraciones estupendas, pero las vajillas de Nuria derrochan elegancia, sensibilidad y oficio.
Sus ilustraciones parecen que juegan de continuo con la salida de escena, con el movimiento… Parece incluso que una vez armado el conjunto, el animal fuera a escapar por los límites del objeto.
Juega con las direcciones, con la armonía en los colores y cómo no, con la escala.
Me parecen un regalo perfecto, diferente, lleno de sencillez y belleza. Os dejo aquí su web para que os sigáis deleitando con sus piezas.
Feliz miércoles
Vir
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