El intentar matizar o acotar esta frase del arquitecto Santiago de Molina, es sencillamente imposible, y más cuando has leido el maravilloso post que escribió hace unos días. Os lo dejo aquí para que tengáis una visión más completa de la reflexión que propone.
Lo llama "Herramientas de arquitecto", y digo yo, sea cual sea nuestra tarea, ¿no tenemos todos unas herramientas que nos son naturales y que muchas veces olvidamos en pro de inventos del demonio?
Soy la primera en entonar el mea culpa, aunque no he olvidado apreciar la calidez del lápiz (arriba el portaminas que me acompañó durante toda la carrera), la textura de una fotocopia, la tinta corriendo sin control sobre el Super Alfa, o el borrón producido en el papel vegetal al retirar la regla y no haber inclinado el tiralíneas o el rotring lo suficiente.
El saber mirar, buscar o simplemente encontrar en el proceso creativo está, como dice Santiago, a la vuelta de la esquina.
Siempre llevo un lápiz y una pequeña libreta, como otros muchos que quieren ser notarios de sus hallazgos, de sus pensamientos, de las genialidades de otros, de los estados de ánimo, para poner "hoy estoy triste, pero eso va a cambiar", o "te quiero", o hacer una lista, o anotar algo importante y que no se olvide.
Yo no twitteo mis pensamientos, los escribo o dibujo, pero siempre con un lápiz, aunque luego por cuestiones estrictamente productivas los pase a algunos de esos inventos del demonio que te avisan de tragedia con un: error -1320 o una bomba.
Feliz fin de semana.
Vir
Otro día os contaré de como aprendí diseño de la mano de la Arquitectura y como seguí a su vera y a la de su prima hermana, la ingeniería.
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