Y no sé qué hacer con ellas…
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Tengo montones de preguntas, que no me atrevo a formular
por miedo, por vértigo o porque realmente no sé si quiero saber la respuesta…
Preguntas incómodas, banales, frívolas,
preguntas sencillas y directas que no todo el mundo contesta,
preguntas de las que no sabrás la respuesta,
preguntas que podrían revolver un mundo…
Preguntas absurdas, cómicas… de novata,
de niña…
Preguntas importantes, que dan sentido y ayudan a tomar decisiones…
preguntas con las que se aprende…
preguntas de las que sabes pero te gusta escuchar la respuesta.
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Preguntas que de algún modo dan o quitan sentido a la vida…
Y tú, ¿te haces muchas preguntas?
Yo a mí, muchas, muchísimas, pero a los demás... no tantas, sobre todo por vergüenza, y por si alguien me responde eso de "Ah, ¿pero no lo sabes?"
ResponderEliminarPues a mi que alguien pregunte por algo que no sabe me parece lo primero, humilde, lo segundo, valiente y lo tercero, con ganas de aprender. Así pues deja las vergüenzas a un lado y pregunta. Más que nada porque hay muchos que van de eruditos y tan solo tienen un ligerísimo barniz.
ResponderEliminarEn cuanto a las preguntas a uno mismo, es un no parar…
Miles. Pero busco las respuestas para no ahogarme en un mar de dudas.
ResponderEliminarBuena respuesta
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