La delicadeza y vistosidad de la obra del artista argentino, Manuel Ameztoy es innegable, por el material, el color, la técnica, el tamaño… Las esculturas aéreas que crea a base de troquelar tela y papel, están cargadas de poesía, de hecho en algunas ocasiones trabaja de la mano de poetas que tejen versos entre estas increíbles instalaciones, y todo hecho de manera artesanal.
Si nos ponemos a relacionar, encontraríamos ciertos parecidos en el mundo vegetal como por ejemplo la estructura del musgo, las hojas, algunas flores e incluso los copos de nieve.
Disfrutad de esta suerte de catedrales suspendidas en el aire que logran asombrar a quien las mira.
La técnica a menor escala recuerda el papel picado tan tradicional de México.
Siento no poder poner enlace a su web, porque no está operativa. No obstante, hay material distribuido por diferentes webs y blogs.
Vir
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