23.9.14

Confía en tu talento…



Lo de hoy es una especie de infografía un tanto atípica sobre los ingredientes del proceso creativo, y aquí incluso me arriesgo y digo de cualquier proceso creativo.


Creo que a estas alturas, ya sabéis todos que me dedico al diseño y la ilustración, ya sea para grandes empresas como para particulares. Mi formación pasó por la Facultad de Bellas Artes, especializándome en Diseño y Lenguaje Audiovisual.

Más tarde, a lo largo de mi carrera profesional he seguido especializándome y estudiando, Comunicación Corporativa para empresas, Gestión de Eventos, Diseño Editorial y Corporativo, Comunicación para Instituciones Públicas, Diseño de espacios expositivos, Tipografía, Gestión comercial, Marketing… Pues bien, todo suma, incluso esas aficiones que has ido cultivando a lo largo de los años: literatura, fotografía, música, cocina, arquitectura, diseño de moda…

¿Qué quiero decir con todo esto? Que la creatividad tiene mucho de conocimientos, de experiencias, de relación de información, de manejo de diferentes lenguajes y disciplinas… y por supuesto, estar siempre aprendiendo, preguntándote cómo, por qué, para qué…

Por otro lado está la técnica, esos conocimientos más o menos manuales que te facilitan el poder expresar una idea. Comencé con técnicas clásicas de dibujo, composición, color, pasando por un sinfín de materiales. También en disciplinas como la fotografía, diseño de moda y las proporciones correctas, el movimiento, los ordenadores y todos los programas y herramientas necesarias para la confección de un proyecto, la gestión del día a día… el mundo de la imprenta, los carpinteros, electricistas, pintores… los medios de comunicación y sus tiempos… en definitiva, y no pudiendo recoger en este post todas las variables técnicas que se deben conocer para que tu trabajo llegue a buen término y sea viable.

También, habréis visto que en un pequeño bocadillo y fuera de campo, está el entorno, es lo que afecta a nuestro proyecto si o si, de manera directa o indirecta. Desde el briefing o requisitos del cliente, pasando por la última tendencia en publicidad o los fenómenos virales. La situación económica, la familia, los ambientes en los que te muevas, la última exposición que has visto… todo influye, te predispone o encauza hacia un tipo de soluciones.

Y como no, dejo para el final, el sello. Lo que nos hace diferentes, lo que hace que nuestro trabajo tenga, más allá de denominadores comunes un lenguaje propio: Las ideas y el alma. ¿Qué os voy a decir sobre esto? ¿Acaso no lo experimentáis vosotros mismos? Pero ojo, esto se cuida, se mima todos los días, se alimenta con lo mejor de lo mejor…

¿Por qué un diseño nos emociona, nos hace reír, llorar o nos revuelve por dentro? Porque ha logrado tocar nuestro alma, porque era auténtico y nos sirve ante nuestros ojos un mensaje rico, lleno de matices, lleno de posibles lecturas directas o indirectas…

Las ideas son la luz con la que iluminas, con la que haces visible. Las ideas modelan conceptos, relacionan, establecen jerarquías, potencian mensajes.

Pero la cosa no queda ahí, estos cinco conceptos se mueven, crecen, se conectan, son generosos entre sí, se ceden protagonismo en beneficio de la solución final. El responsable de manejar esos hilos invisibles es el talento. Ese ente abstracto que debe velar porque ninguno se quede atrás y para que todos tengan voz.

Confía en tu talento es un mantra diario, una palmadita en la espalda, un abrazo en una profesión que tiene mucho de soledad…
Confía en tu talento es un golpe en la mesa cuando las cosas se tuercen…
Confía en tu talento es un paréntesis dentro de la exigencia…
Confía en tu talento es una control sorpresa del que sales airosa…
Confía en tu talento es la satisfacción de no haber perdido el tiempo…

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Espero que os haya gustado este post que comenzó con la intención de ser una reseña de formación y terminó siendo una confesión.

Vir

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