Reírse…

¿Qué coño me ha pasado que no me río como antes?

Será la madurez, el ser madre, el colmillo que se ha retorcido y me ha afectado a algún nervio, la coyuntura mundial o la falta de paciencia…

Pues me parece que va a ser un poco de todo… El otro día me decían de manera cariñosa y con mucho tacto, que dónde estaba aquella chica divertida, ocurrente y a la que todo el mundo buscaba y atendía…

Pues está aquí, pero quizá más cauta, un pelín menos ingenua y con una sobredosis de responsabilidad. Ahora, el día que me arranco, rompo moldes, agudizo el ingenio y sorprendo al personal, como el día que me confeccione un bañador con una bolsa de la compra de Comercial Mexicana (1). A Dios pongo por testigo que es cierto y que no había bebido. Es lo que tiene ser creativa a la par que ingeniosa… o el día que después de una comida me arranque con "O Fortuna" de Carmina Burana (2).

Tengo carácter, tengo algunas manías y hablo muy mal, vamos que digo tacos pero ojo, con mucha gracia y no soy de Málaga. Que no lo digo yo, lo dice un antiguo cliente… un gentleman de los que ya no quedan.

Pero, esperad un momento, y retomo de nuevo la pregunta inicial… ¿Qué coño me ha pasado que no me río como antes? ¿Si ahora tengo más recursos… más experiencias a las que sacar punta y reírme hasta de mi propia sombra?

Tiempo!!! Ahora es cuando toca la introspección, el no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy y buscar un buen motivo por el que terminar o comenzar el día con una mueca que continúe en sonrisa y termine en carcajada. Ese momento en el que te miras al espejo, te reconoces, te gustas y hasta te lanzas un beso.

Y es que tú, como yo, somos extraordinarios… cuando queremos.

A qué sí?

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(1) Estaba vestida y en una fiesta en el DF (México)

(2) Me sabía la letra porque estaba con un proyecto para la escenografía de Carmina Burana.

Virginia