24.1.13

La confianza de los hijos…



Esta mañana cuando íbamos de camino al cole, y notando que para sus costumbres Nani iba muy callado, le he preguntado si pasaba algo y porqué ayer me había pedido el no ir a la clase del deporte a la que asiste con normalidad desde hace años…

Callado, ha esperado que yo terminara mi sinfín de razonamientos (compañeros, monitor, falta de tiempo ahora que tiene más deberes y estudio) y me ha respondido:

- Mamá, es que no me gusta
- Pero si llevas desde los cuatro años haciéndolo… has ido a torneos y todo, nos daba la sensación de que disfrutabas con este deporte…
- No, mamá, he estado aguantando porque os hacía ilusión a vosotros y porque tu dices que hay que terminar todo lo que se empieza y no ser un picaflor, ahora aquí, me aburre, ahora allá… (y se le han saltado las lágrimas)

No se trata de un niño pequeño que lo utiliza como estrategia para conseguir lo que quiere, o al menos yo no lo interpreto así, después del comportamiento que ha tenido a lo largo de sus once años.

Pienso, que bajo ningún concepto quería defraudarnos, y no sabía como decírnoslo. Me ha pedido que hasta que esta noche hable con su padre, no le diga nada.

Se está haciendo mayor, empieza a medir más sus palabras y es más consciente de lo que éstas pueden ocasionar… Constantemente me asalta con preguntas sobre el comportamiento de las personas, los compañeros, los profesores, la familia… Ha pasado de ser un torbellino hablando en todo momento, a valorar la situación y hablar o callar.

He de reconocer que parte de culpa la he tenido yo, son muchas las veces que le he recriminado que cuente cosas sobre nosotros. Que aparte de ponerme en un compromiso, a mi nadie me va contado su vida… Es más, le decía que cantaba hasta la Traviata…

Me considero una madre dura, luchadora, y me gustaría que mi hijo también lo fuera. Quizá le estoy exigiendo demasiado y lo que voy a conseguir es que por aburrimiento, por ser un tanto cansina, me desplace ahora que comienza a llegar la adolescencia. De momento no le ha dado la neura omnipresente de amigos, novia, música, ordenador, etc, etc y todo, salvo la novia, que todavía no gasta, se mantiene en su justa medida.

Me gustaría saber la receta para que el vínculo que mantenemos hasta ahora, no se disuelva con el paso del tiempo. Ya no me necesita para atarle unos cordones o cogerle algo de un estante, me necesita para poner las bases y entender las reglas de la vida…

¿Cuál es vuestra experiencia con hijos preadolescentes? ¿Os cuentan las cosas?

1 comentario:

  1. Hola tía es precioso saber que alguien tiene confianza en ti sobre todo si es tu hijo.
    Besos,
    Tu sobrina

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