Igualdad, qué palabra…

No creo en los días que se marcan en el calendario de manera oficial para concienciar/recordar/institucionalizar una determinada idea. El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer "Trabajadora" es uno de ellos. Pero ayer, no pasó sin pena ni gloria, por varias razones.

Desayunando mi hijo me felicitó. Nunca antes lo había hecho…

Más tarde me encontré en el correo este mensaje de mi cuñado, al que quiero muchísimo.

Creo que un día no basta para reconocer el mérito, fortaleza, tesón, sensibilidad y todos los innumerables atributos que distinguen a las mujeres.

Padre, marido, hijo, hermano y amigo de mujeres, bien lo sé.

Pero no quería dejar pasar la oportunidad de al menos por un día, detenerme y valorar (muchas veces no en su justa medida) la suerte que tenemos los hombres de poder estar cerca de ellas.

Un abrazo y felicidades.

Después de un día de trabajo, más o menos tranquilo, nos fuimos a un acto sobre el Día de la Mujer. Había presentado un relato corto (Marido me trajo las bases y me pidió que me presentara) y me invitaron para la entrega de premios. No os penséis, algo super modesto. Y me dieron una Mención. Me hizo ilusión, miento si digo lo contrario, más, porque igual que en mi época de facultad escribía mucho, lo había dejado durante años y con esto del blog he vuelto a recuperar lo de expresar lo que pasa por mi caótica cabecita. 

Ojo, me atrevo con cosas pequeñas, con cosas que a otro le parecerían insignificantes y carentes de importancia…  a mí, NO.

"Igualdad, qué palabra…" es un texto dedicado a todas las mujeres, que un día decidieron o decidirán manejar las riendas de su vida.

¿Qué pensáis sobre este día?, 

y cuidado, que trabajadoras somos todas, las de dentro y las de fuera de casa.