5.2.14

Ser uno mismo…


"Incluso para ser uno mismo, hay que contar con los demás". Esta frase de Angel Gabilondo lleva rondándome la cabeza desde que la escuché no hace mucho, y me crea una zozobra, que diría mi abuela, que me hace replantearme cosas de mi vida personal y profesional. 

Lo miro desde un punto de vista y pienso que este señor lleva más razón que un santo, porque quizá sea esta la clave para vivir en sociedad, total, tenemos que relacionarnos sí o sí… Pero por otro, y viviendo como funciona el mundo, me entristece y me da rabia pensar, que esos que piensan en los demás, muchas veces son sacrificados en pro de los que piensan en si mismos. Ya nos contaron hace mucho que esto era la selva, puritita supervivencia.

Entonces, aclararme, ¿contar con los demás significa que debes intentar ser un poco más complaciente con las conductas y palabras de otros? ¿Ser políticamente correcto? ¿Ser comprensivo con el que te exige tolerancia, sin ser el practicante del término? ¿Pensar en los demás antes que en ti y los tuyos? ¿Ser más soft para que nunca haya fricciones?

¿Contar con los demás es comulgar con ruedas de molino? Sinceramente, y hablo por propia experiencia, no sé si compensa. Muchas veces pensar en los demás es dejar de pensar en uno mismo. Y esto se produce en todos los ámbitos de la vida: profesional, personal y familiar…

Pero ¿sabéis qué es lo que más me preocupa?, el ejemplo que damos a nuestros hijos, y como ellos tenderán a reproducir nuestros comportamientos.

Me hierve la sangre cuando veo que se burlan de él porque va con la verdad por delante, cuando se preocupa por los demás e intenta ayudarlos, cuando carga con trabajo de otros, cuando tergiversan sus palabras. Me hierve la sangre pero reconozco pautas mías. Le intento enseñar a ser persona, buena persona, pero él comprueba con rabia y dolor que bueno es igual a tonto, a toli, a pringao

Intento ser yo misma, sin faltar a ninguno de mis principios, pero ello me convierte en carne de crítica, eso sí, nunca a la cara… Y por Dios, soy perfectamente consciente de que no soy perfecta, que puedo meter la pata y hacer daño a alguien, pero si no me lo dicen, no podré disculparme y poner remedio nunca.

¿Qué pensáis con respecto a la frase? ¿Dónde está la medida? ¿Pensáis que se pierde autenticidad?

Vir

4 comentarios:

  1. No puedo estar más de acuerdo contigo. Duele mucho cuando ves a tus pequeños tratados así, pero sigo pensando que al final merece la pena. Ellos, lo veo en mis hijos, aprenden a defenderse sin atacar y ves como se hacen mayores y son capaces de salir de situaciones complicadas con mucha más soltura que nosotros mismos.
    Siempre merece la pena defender tus principios y sobre todo intentar ser buena gente, aunque no siempre lo consigamos.
    Un besote

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    1. Lo de los hijos me preocupa, Angeles. Muchas veces sé que no me cuenta cosas porque ve que me disgusto o me enfado. Me dice que si defiende lo suyo o se esfuerza en los estudios, se meten con el y se va a quedar sin amigos. ¿Amigos? Es un niño super sociable, pero hija, la pre-adolescencia hace estragos en los comportamientos de unos y otros.

      En cuanto a mi, creo que estoy actuando correctamente, pero siempre me queda la duda sobre si le estaré condicionando de algún modo. Esto de ser madre tiene tela, siempre he dicho que tenía más miedo a la adolescencia que cuando son bebés y no pueden hablar.
      Un besazo

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  2. Al final, el tiempo pone a cada cual en su sitio. Y tú, por lo menos, puedes lucir la sonrisa en la cara por tener la conciencia tranquila.
    Sigue siendo como eres.

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    1. Has nombrado la palabra mágica: Conciencia.
      Debe ser que cada uno entiende una cosa diferente…
      Un beso

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