Cuando eres madre o padre, nadie te prepara para que te digan que quizá algún día
tu hijo pueda estar enfermo.
Durante el embarazo, rezas para que el niño venga bien, sano.
Pero… y después? Cuando ya han pasado los primeros años
y crees que has vencido,
que la enfermedad no llamará nunca a tu puerta.
Anteayer, no fue así.
Lo viste mal, pálido, débil,
diferente al niño que tú conoces.
Lo llevaste al hospital, rezando para que fuera otro virus.
No fue así.
Te has asustado, has llorado y tienes mucho miedo…
Tu hijo es un pozo de energía, no puede pasarle a él.
Es un mal sueño.
A partir de ahora, a sus siete años, tendrá que ser más responsable,
un poco más responsables, todos,
habrá que cambiar hábitos,
y tendrá que cargar con algo más en su mochila, la diabetes.
-----
Edito:
A raiz del primer comentario, me veo en la obligación de editar el post.
No es mi hijo el que está enfermo…
Vaya Vir, lo siento!!! Espero que ya esté mejor. Poco a poco os iréis acostumbrando, mucha suerte y mucha paciencia.
ResponderEliminarUff, siento mucho la equivocación…
EliminarAcabo de leerlo de nuevo y me he dado cuenta que puede interpretarse de otra manera…
Gracias a Dios mi hijo está bien. Es un pequeño de la familia, y se está recuperando.
Gracias
Vir
Ah vaya!! Bueno, me alegro que tu nene esté bien y ánimo para el pequeño. Tengo dos amigos diabéticos desde pequeños, y su calidad de vida es estupenda ^_^.
EliminarUn besote
Tiene que ser duro, pero supongo que con el tiempo se acabarán adaptando. Mucho ánimo!!
ResponderEliminarNo queda más remedio que adaptarse y el padre de la criatura es un luchador nato.
EliminarUn beso